Teresa Lanceta – Bergen Assembly
05/sep/2019 - 03/nov/2019
Entre el 5 de septiembre y el 3 de noviembre de 2019.
Entrada y salida según horarios de la granja.
“Un evento para gallinas en la granja”
Langegården besøksgård y el espacio del Belgin Bergen en Kode Museum, Bergen, Noruega.
Un trabajo de Teresa Lanceta & Pedro G. Romero.
El punto de partida se encuentra en el relato del historiador bizantino Procopio de Cesarea, que en su De bello vandalico dice así: “Uno de sus eunucos se acercó al emperador Honorio y le dijo que Roma había perecido. Visiblemente impresionado el emperador gritó: Y sin embargo, ha comido de mi mano hace unos instantes!. Porque él tenía una gallina muy grande, su favorita, llamada Roma. El eunuco comprendió la confusión y le dijo que era la ciudad de Roma la que había perecido a manos de Alarico. El emperador, con un suspiro de alivio, respondió rápidamente: Pero yo, mi buen amigo, pensé que era mi gallina Roma la que había perecido. Tan grande, dicen, fue la locura con la que estaba poseído este emperador”. Se refiere al famoso saco de Roma del 410, llevado acabo por los vándalos que dirigía el general Alarico. Edward Gibbon ya tomó precauciones hacía ésta, literalmente, anécdota, que presenta al cristiano Honorio anclado a viejas costumbres paganas, débil, extravagante e idiota, desprecia a Roma, a su senado y a su enemigo Alarico. Pero, cómo diría Viciane Despret la pregunta adecuada es: ¿porqué precisamente gallinas?
Para nuestro propósito han sido interesante las nociones sobre el conocimiento político del espacio en las gallinas descritas por Giorgio Vallortigara en su Cerebro de gallina, un eufemismo italiano para el dicho castellano “cerebro de mosquito”. La medida del espacio tienen que ver con una percepción de comunidad: el movimiento del grupo, la distribución de alimento, el lugar de la puesta de huevos condicionan esa especie de movimiento esquinado propio del caballo del ajedrez. El animote, dice Derrida, debe sumar, a la vez, la zoología y el significado cultural del animal.
La invitación a TERESA LANCETA para este trabajo le atañe de distintos modos: por un lado está la alfombra en el cuadro del pintor australiano John W. Waterhouse, Los favoritos del emperador Honorio (1883), pero también su conocimiento de la Disco Chiken (1988) de Martín Kippenberger; por otro lado, está ese regalo que fue el adagio de Bert Flint en el Museo Tiskiwin de Marrakech, emplumarse es una forma de descolonización; y, finalmente, su frase lapidaria: “mi conciencia política empezó cuando apresaron al Lute y su primer cargo fue por robar gallinas”. Creo que los trabajos de suelo y pared de Teresa Lanceta, sus tapices, siempre han ensayado otra forma de entender el espacio física y simbólicamente, consciente siempre de la necesidad de un nuevo reparto que, en definitiva, es lo que estamos ensayando.
El tapiz que ha realizado Lanceta con las aportaciones de vecinos y amigos que han regalado viejas prendas y lanas sobrantes, está tejido con diversas técnicas aunque sea la jarapa –la confección con trapos y retales- la dominante. Su dibujo parte de algunos suelos geométricos que en Roma albergaron la función legislativa de las gallinas. Lo romanos nos dieron el derecho pero esas leyes, a menudo, debían ser ratificadas por el baile que realizaban unos pollos delante de los augures. Desde los mosaicos de Villa Livia Ad Gallinas Albas hasta el suelo de la Curia Julia, precisamente sede del senado romano en tiempos de Honorio, las gallinas significaron también la democracia plebiscitaria, frente a estas viejas prácticas de adivinación etrusca el Emperador siempre prefirió el moderno auspicio del gallo sacrificado que, siempre en privado, dejaba ver su hígado. Los pollos significaban pares contradictorios: la religión arcaica y la plebe moderna, la sensatez de los viejos senadores y la extravagancia loca del emperador, el paganismo secular y la debilidad de los cristianos; pero lo que a nosotros nos interesa es el suelo mismo que estas contradicciones pisaban.
Nuestros gallineros están llenos de políticos, de filósofos y de idiotas, vaya, las mismas gallinas. Como en Le galline pensierose de Luigi Malerba, las gallinas son el ejemplo idiota. María Zambrano describió bien este caminar en el que la línea recta es desconocida, este bailar continuo rondando siempre alrededor de algo, ese menear pendularmente la cabeza diciendo no se qué y esa expresión, que muchos entienden por bobería o idiotez, es sólo comparable a la alegría del viviente que encuentra a la par, amor y libertad. Siempre es un placer hipnótico observar a las gallinas, nuestro tapiz no tiene otra función que el de una lupa, un instrumental óptico para aumentar los placeres del que se queda mirando. También damos algunos textos y unas hojas de notas en la que poder seguir aumentando el número casi infinito de observaciones.
Dentro del proyecto “political parties/Asamblea General” curado por María García & Pedro G. Romero para la Bergen Assembley 2019, ACTUALLY, THE DEAD ARE NOT DEAD, un proyecto comisariado por Hans D. Christ and Iris Dressler, con Murat Deha Boduroglu, María García, Hiwa K, Katia Krupennikova, Viktor Neumann, Paul B. Preciado, Pedro G. Romero, Simos Sheikh and Emma Wolukau-Wanambwa.
Bergen Assembley/Kunstvereim Stuttgart.
Real Academia de España en Roma.
AC/E, Acción Cultural Española
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