Bene Bergado – Irreversible. Sala Alcala 31

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

La Sala Alcalá 31 presenta la exposición «Irreversible», de la escultora Bene Bergado, una reflexión desde distintas perspectivas sobre cómo nos afectan las decisiones que se toman en la industria alimentaria, química y farmacéutica. Una colección de piezas de gran formato y diversas instalaciones que ponen de relieve el compromiso creativo de la artista sobre un modelo social que camina impasible hacia la destrucción de los territorios en el que la tierra desaparece bajo nuestros pies.

El proyecto ha tenido en cuenta la especificidad arquitectónica de la sala y su funcionalidad pasada como lugar de transacción económica, que se funde muy bien con las reflexiones involucradas en las instalaciones en torno a la economía del bienestar.

Desde la consciencia de un momento histórico con muchos cambios por vivir, con un sistema productivo profundamente afectado por la transformación energética y tecnológica, la exposición apela a la reflexión personal sobre las responsabilidades y las posibilidades de afrontar un nuevo régimen climático.

En el espacio central de la primera planta se presentará una gran instalación, «Trampa del bienestar», una nasa de pesca a escala humana donde las estructuras metálicas son puertas de acceso con formas que recorren la historia del vano arquitectónico, desde el cuadrado al círculo pasando por el arco de medio punto. Esta instalación estará acompañada de tres series anteriores involucradas con esta problemática: «Los mapas de Gaia», «Descomposición» y «Trampas».

Siguiendo la intención de la artista de agitar consciencias, la parte superior de la nave central acoge obra «Prospecto» (2016), proyección del listado de aditivos alimenticios de la Unión Europea (UE) que recorren la pantalla como si se trataran de créditos cinematográficos.

Además, la exposición cuenta con una serie de elementos que funcionan a modo de retrospectiva de los procesos de trabajo de Bergado. Así, «Gliptoteca II» (1990-2021) es una estantería de almacén que alberga algunas de sus primeras obras, así como objetos personales, libros y otros elementos que aluden a su universo estético, a modo de resumen de su trayectoria.

Bene Bergado (Salamanca, 1963) vive en Bilbao, ciudad de su residencia familiar desde 1964, donde se forma y da sus primeros pasos profesionales. Se licenció en Bellas Artes en la Universidad del País Vasco en 1985 y fue profesora de Bellas Artes en esa misma universidad durante 10 años. Desde 1998 vive y trabaja en Madrid.

Los procesos artísticos de Bene Bergado parten siempre de su contexto cercano y de las experiencias personales que se filtran a la obra de un modo involuntario. En sus obras participan tanto materiales físicos como inmateriales, teniendo en cuenta en la elección de los mismos no solo sus cualidades físicas, sino también sus resonancias históricas y culturales. Desde sus primeras obras, mantiene una nutritiva tensión entre la imaginación y la realidad que se traslada a los largos procesos de elaboración de las piezas. En sus esculturas, todo se muestra como encrucijada representacional que apela a la memoria y a la narración, al recuerdo y a la ficción, a la concreción y al espejismo, a las experiencias vividas y a la fuerza del imaginario.

Su obra está presente, entre otras, en las colecciones JUMEX (México), Banco de España (Madrid), Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, MUSAC (León), Museo ARTIUM de Vitoria, Fundación BILBAO Arte de Bilbao, Diputación Foral de Vizcaya, Comunidad Autónoma de Murcia o el Instituto de la Juventud de Madrid.

 

VIDEO DE LA EXPOSICION (Comunidad de Madrid)

 

VISITA VIRTUAL 360º

 

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel

Bene Bergado. Irreversible. Sala Alacalá 31. 2021. Foto: Guillermo Gumiel